Templo de Oxalá

Vagando por las calles de Montevideo, por la zona Paso Molino y para ser esactos en la calle Santa Lucía esquina Francisco Piña y la vía vi esta decoración, la cual me resulto bastante extrañaa para la fachada de una casa. Supuse que sería simplemente decoración de algún herrero artesano.

Cuando le mostré estas fotografías a un amigo me dijo que tal vez se trataba de la decoración de algún herrero que le va bien la artesanía, pero de lo que él estaba seguro es de que se trataba de un templo afroumbandista y que la figura de la parte superior representaba a Oxalá.

Para pulir un poco mi ignorancia recurrí a mi fuente predilecta, la wikipedia y encontré el siguiente artículo ilustrado con esta imágen, ahi definitivamente me acordé de lo que me decía mi amigo y me di cuenta que tenía razón, pues veamos quien es Oxalá:

Obatala es una de las deidades de la religión yoruba. Sincretiza con la Virgen de las Mercedes, patrona de Barcelona. También es llamado Oxalá u Ochalá. Obatalá es Orisha que manda sobre todas las cabezas, muchas veces se le invoca para evitar problemas con los otros Orishas. Es amante de todo lo puro, blanco y limpio no le gusta la brujería. Generalmente, haciendo uso de un antropomorfismo, se representa su apariencia física como la de un ser viejo y encorvado, lento en sus movimientos (en otros caminos es joven y diestro) y utiliza un bastón que es una varilla metálica de color blanco dando similitud a la vara invisible existente que se extiende entre cielo y tierra.

Es el que rige las cabezas. El concepto que tenemos en nuestras mentes es desarrollado a través de la interacción con cada ser vivo de este planeta. Cuando buscamos a Obàtála, lo buscamos en lo más alto de la montaña. El esta en la nieve que cubre el pico de la montaña y es visto como el hombre viejo y sabio de las colinas. La nieve que viene del cielo. Obàtála ofrece justicia, la renovación y un nuevo comienzo. Sus hijos "directos" son los Albinos y aquellos que nacen con incapacidades físicas y/o mentales. A Obàtála le gustan los lugares oscuros. De este modo cuando situamos su altar debemos situar sobre ella un paño para mantenerlo alejado de la luz.